Dentro de las herramientas y métodos que se utilizan de modo habitual en la recogida y retirada de residuos de diversos tipos -siguiendo la normativa vigente del plan de Gestión de Residuos en Madrid– se puede encontrar una amplia variedad. Entre los más conocidos y utilizados se ubican los siguientes:

Grúas pulpo

Contenedores de poda

– Contenedores de escombros

– Camión plataforma

– Camión cisterna

Cada uno tiene un uso específico, que está regulado por diversas legislaciones, en post del buen uso de los mismos colaborando con el plan de Gestión de Residuos de Madrid, procurando cuidar la salud de las personas y la del medioambiente.

Es muy importante reconocer el objetivo principal del plan de gestión de residuos, dado que apunta a una reutilización y reciclaje de la mayor cantidad de residuos obtenidos mediante cualquiera de los métodos mencionados, minimizando considerablemente el impacto de estos en el Planeta.

¿CÓMO SE DEFINE EL MÉTODO A UTILIZAR?

Lo primero que debe realizarse es conocer la naturaleza del residuo para saber qué tratamiento habrá que asignarle.

En este caso hay que averiguar si es un residuo tóxico o no peligroso, orgánico o no, inerte o no.

Una vez catalogado se debe evaluar y luego escoger el mejor medio para su recogida y retirada, que puede ser de varias maneras, acorde al plan de gestión de residuos vigente.

Los contenedores de residuos son uno de los métodos más empleados para la recogida y transporte de residuos.

Pueden ser de varios tamaños, desde los más pequeños de 2 metros cúbicos hasta los mayores de hasta 40 metros cúbicos.

También cuentan con especificaciones especiales como puertas traseras para el acceso al interior del mismo, una capa hermética para evitar fugas o incluso unas tapas para que todo el contenedor quede cerrado.

Cuando los residuos están almacenados en un montón y la carga manual por parte del cliente no es posible, la carga en un contenedor por medio de alquiler de grúa es una solución muy eficaz.

Especialmente indicada para residuos de poda y chatarra, el camión que llega al cliente mediante el alquiler de grúa, dispone de un contenedor de 34 metros cúbicos con una grúa pulpo; el operario se encarga de cargar todo el residuo dentro del contenedor, liberando al cliente de todo el trabajo de carga.

Por tratarse de un camión de grandes dimensiones, el acceso al acopio de residuo ha de estar limpio para situar el vehículo a no más de 5m al centro del acopio.

Cuando se trata de residuos peligrosos que van paletizados o en bidones de 200 litros y no se trata de mucha cantidad, el mejor medio es un camión plataforma.

Este llegará a las instalaciones del cliente y el operario cargará con la traspaleta los palets hasta el camión.

Cuando el residuo es líquido en lugar de contenedores se utilizan equipos de cisterna con o sin bomba de aspiración.

Pueden tener con capacidad desde los 12.000 litros hasta los 27.000 litros.

Estas cisternas se acercan hasta el depósito donde se encuentra el residuo y lo cargan directamente.

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