El Sector Metal abarca un conjunto de actividades en algunos casos muy dispares entre sí. A pesar de esta diversidad en sus actividades más específicas, todas ellas poseen algunos factores en común, entre los que se encuentra la producción de residuos asociados a los diferentes procesos productivos llevados a cabo en el marco de las empresas encuadradas en el sector, que hacen necesaria la Recogida con Pulpo y la vinculación de eficientes empresas de gestión de residuos.

La creciente sensibilización y concienciación social acerca del respeto y cuidado del Medio Ambiente, junto con la cada vez más exigente normativa en materia de residuos, obliga a las empresas del sector a llevar a cabo una correcta gestión de los residuos generados prestando especial atención a aquellos caracterizados como peligrosos. Dicha gestión, si no se efectúa contemplando las medidas preventivas y/o de protección apropiadas, puede dar lugar a una serie de riesgos para la seguridad y salud de los trabajadores que desarrollan esta tarea.

Frecuentemente, dichos riesgos no aparecen contemplados en las evaluaciones de riesgos, al ser considerada erróneamente la gestión de residuos como una actividad ajena al propio proceso productivo desarrollado por las empresas que los generan. Como consecuencia de esto, la demanda de actividades dedicadas a la gestión y valorización de residuos ligados a las industrias del Metal es creciente.

Conscientes de esta problemática, se ha considerado necesario el desarrollo de un plan de gestión de residuos en donde se considere la real importancia que tiene la empresa de gestión de residuos peligrosos, una guía informativa donde se contemplen los principales riesgos asociados a la gestión de los residuos generados por las empresas del Sector Metal y procesos eficientes, como la Recogida con pulpo, de modo que sirva como instrumento preventivo básico tanto a los empresarios como a los trabajadores del sector, y en particular a los de las empresas de gestión de residuos especializadas en el tipo metálico.

DESCRIPCIÓN DE LOS RESIDUOS GENERADOS

Dentro de cualquier empresa del sector se van a generar una serie de residuos que en muchas ocasiones precisarán de la recogida con pulpo. Aunque en muchos de los casos puedan diferir ampliamente de una a otra actividad, es posible clasificar de forma básica en dos grandes grupos:

– Residuos metálicos: Conocidos habitualmente como chatarras metálicas, estos residuos se pueden clasificar a su vez en dos grandes grupos: Residuos de metales férricos. Contienen como elemento base el hierro. Residuos de metales no férricos

– Residuos no metálicos: En este grupo se incluyen todos aquellos residuos de naturaleza no metálica que se puedan generar en cualquier actividad, incluyéndose en el mismo desde los trapos y papeles contaminados con diferentes grasas o disolventes, hasta los tubos fluorescentes y lámparas, pasando por las taladrinas y emulsiones aceitosas, o los lodos de mecanización y galvanizado.

OBLIGACIONES DEL PRODUCTOR O POSEEDOR

En cualquier organización es imprescindible identificar al productor de residuos o a cualquier otro poseedor inicial de los mismos, ya que sobre ellos recaerán una serie de obligaciones normativas.

POSEEDOR DE RESIDUOS: El productor de residuos u otra persona física o jurídica que esté en posesión de residuos.

PRODUCTOR DE RESIDUOS: Cualquier persona física o jurídica cuya actividad produzca residuos o cualquier persona que efectúe operaciones de tratamiento previo, de mezcla o de otro tipo, que ocasionen un cambio de naturaleza o de composición de esos residuos.

La responsabilidad de los productores u otros poseedores iniciales de residuos, cuando estos no realicen el tratamiento por sí mismos, finaliza cuando los entreguen a una empresa de gestión de residuos autorizada, siempre que la entrega se acredite documentalmente y se realice cumpliendo los requisitos legalmente establecidos.

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