Los residuos de obra, construcción y demolición suponen uno de los impactos más significativos de las obras por su gran volumen y su diversidad.
Referido al volumen, provoca una colmatación acelerada de contenedores de obra y vertederos y esto implica de modo directo un incremento en la cantidad de transporte. En cuanto a la diversidad, es que se desechan materiales tan heterogéneos que se dificulta enormemente las opciones de revalorización del residuo, porque se incrementa el costo y proceso del posterior reciclaje.
La solución a esta problemática es realizar un Proyecto de construcción o reformas y unificarlo con un Plan de Residuos acorde.
PROYECTO DE CONSTRUCCIÓN Y PLAN DE GESTIÓN DE RESIDUOS
El Plan de Gestión de Residuos es una herramienta de fácil aplicación para contribuir a la correcta gestión de residuos de construcción y demolición. El Proyecto de construcción debe contemplar las medidas de reducción de residuos y de prevención a tener en cuenta en la obra, generando el Plan de Gestión de Residuos. En el debe incluirse:
• La cantidad estimada de residuos que se van a producir, clasificados según su
naturaleza y tipología.
• La disponibilidad desinstalaciones previstas para el almacenamiento y acopio, como contenedores de obra, contenedores de escombros; el diagrama de recogida de escombros y demás operaciones de gestión como la retirada de residuos y traslado a vertedero o planta de reciclaje.
• Licencias necesarias que habiliten no sólo el proyecto de construcción, sino también que se permita la colocación de contenedores. Dependiendo de la cantidad de contenedores de obra y de la zona, serán los reglamentos y autorizaciones a solicitar.
La inclusión de alquiler de contenedores de obra, en el proyecto de construcción facilitará la separación de residuos, optimizando el proceso de reciclado o reutilización de los desechos.
Técnicamente es imposible reciclar residuos mezclados, pues tienen propiedades físicas y químicas diferentes, e incluso puede verse afectada la maquinaria empleada en el proceso de
valorización. Se puede concluir, por lo tanto, que la gestión de los residuos en la obra debe empezar por su separación selectiva.
Para realizar una correcta clasificación y separación es necesario conocer los diferentes tipos de residuos, que se dividen en:
Residuos inertes. Aquellos que no presentan ningún riesgo de polución de las aguas y de los suelos y que, en general, podríamos asimilar a los materiales pétreos.
Residuos no peligrosos. Son los que por su naturaleza pueden ser tratados o almacenados en las mismas instalaciones que los residuos domésticos.
Residuos peligrosos. Los formados por materiales que tienen determinadas características perjudiciales para la salud o el medio ambiente.
LA FUNCIÓN DEL ENCARGADO DE LOS CONTENEDORES DE OBRA
Ser la persona a cargo de la gestión y alquiler de contenedores de obra conlleva distintas funciones y responsabilidades.
– Cumplir y hacer cumplir la normativa vigente sobre la correcta Gestión de Residuos en Madrid. Desde el momento en el que se comienza con el Proyecto de construcción, hasta la disposición final de todos los residuos de obra y basura.
– Gestionar y conseguir los permisos necesarios para la colocación de contenedores de obra en la vía pública.
• – Promover y realizar la recogida de residuos procurando una separación selectiva indicada en el Plan de Gestión de Residuos, utilizando contenedores de obra, big bags, contenedores de poda en caso que se requieran, entre otros. Esta separación favorecerá las opciones viables de reciclado posterior.
• Señalizar los contenedores para evitar confusiones en el tipo de residuo que pueden admitir.
• Realizar una retirada de residuos de obra, aplicando un seguimiento cuantitativo y cualitativo (peligrosos o no) de los residuos.
• Realizar un seguimiento del proceso de reducción, reutilización, reciclaje y disposición final de todos los desechos que se generen en la obra.
• Trasladar los residuos de obra en transportes autorizados hasta puntos habilitados para su disposición y tratado.
En conclusión, la solución a esta problemática en la gestión de residuos de obra es la regla de las 3 erres.
3R = Reducir + Reutilizar + Reciclar
Sin embargo, este principio sólo es viable si se cuenta con contenedores de obra que faciliten una separación y recogida de residuos selectiva y responsable, para luego evaluar reutilización y revalorización de materia prima y proceder a la etapa de reciclaje en caso de ser posible.