Seguramente todos nosotros hemos visto alguna vez, esos recipientes enormes distribuidos por toda la ciudad que muchas veces hasta nos han resultado un tanto molestos si nos han dificultado la circulación.
Pero lo cierto es que desde que fueron creados para el trasporte marítimo hace ya mas de 60 años, los contenedores han sido un gran aporte al progreso en el mundo. En la actualidad podemos encontrarlos de diversas formas y tamaños, dependiendo de su uso. Algunos podemos encontrarlos diferenciados por colores aquellos que nos marcan la clasificación de residuos que deben contener de acuerdo a las normativas municipales. (Amarillos-plástico, azul-papel y cartón, verde-vidrio, gris-otros residuos) Existen también contenedores de obra y contenedores de escombros que pueden variar su tamaño desde los 3 a 10 metros según la envergadura de la obra en construcción para la que son adquiridos. Debido a que estos contenedores suelen estar situados varios dias o semanas en un mismo lugar, hemos visto cómo, diversos enseres viejos o muebles en desuso; así como ramas y demás residuos de poda, son arrojados en ellos equivocadamente. Para estos residuos, existen puntos ya estipulados por cada ayuntamiento. Hoy en día, en el marco de la pandemia del COVID-19, cada vez más municipios están haciendo hincapié en la gestión de residuos urbanos, en la colocación de contenedores y en su desinfección. Claro ejemplo de ésto, es el ayuntamiento de Las Rozas, que ha aplicado un plan especial de desinfección de zonas urbanas incluyendo los 78 puntos de contenedores y ya llevan más de 6500 intervenciones en todo el municipio. Ya sea que se utilicen en una construcción, que contengan residuos que luego serán reciclados o que se utilicen como depósito de materiales en desuso, los contenedores han sido y serán un aporte fundamental en el orden urbanístico dentro de la gestión de residuos.