Luego de haber pasado tantos meses en confinamiento, la gestión de los residuos en nuestros propios hogares se vio afectada. Tuvimos que modificar algunos hábitos de consumo y debimos aprender a reciclar con más frecuencia.
Pero a la vez que muchos de nosotros tomamos consciencia del cuidado del mediombiente y emprendimos un camino más sustentable, generamos en todo este tiempo una inmensa cantidad de desechos de índole hospitalaria como son las mascarillas, guantes, toallitas húmedas y demás elementos utilizados para protegernos de la Covid-19.
El mayor problema es que son residuos no reutilizables y tampoco debn manipularse para su reciclado (en el caso que se pudiese) por lo tanto deben desecharse en el contenedor de la fracción resto.
Para los residuos hospitalarios que se generan diriamente en todo el territorio, se han implementado contenedores especiales para no propiciar la contaminación ni el contagio, haciendo más efectivo el servicio de recogida y retirada de residuos.
Hoy por hoy, pese a todos los esfuerzos por controlar el sistema sanitario y los servicios básicos municipales, no podríamos siquiera imaginar el impacto ambiental que tendrán tantas toneladas de residuos que hemos generado en estos meses si no se toman medidas certeras acerca de cómo gestionar dichos residuos. Sabemos que esta situación que nos toca enfrentar aún no termina. Nuestros residuos seguirán creciendo exponencialmente a menos que encontremos la forma de reducirlos al máximo.