Los espacios públicos de zonas con poca población residente, a los que concurren diriamente gran cantidad de visitantes flotantes y temporales en la ciudad de Madrid, ha crecido exponencialmente los últimos meses debido a la pandemia del Coronavirus. Muchas personas han optado por moverse en el radio de la región impulsando el crecimiento del turismo doméstico.

Es por esto, que desde el municipio han decidido incorporar en estas áreas, contenedores semisoterrados para mejorar la gestión de residuos urbanos en esas zonas.

La ventaja de estos contenedores es que aprovechan el frescor natural del subsuelo, mantienen los residuos en condiciones de constancia térmica, retrasando el proceso de descomposición y reduciendo los olores.

El coste de recogida de residuos supone la mayor partida dentro de la gestión de los residuos en estos espacios naturales, pero gracias a la incorporación de sensores volumétricos en todos los contenedores, se disminuye enormemente este coste ya que puede hacerse un seguimiento del nivel de llenado y realizar los desplazamientos cuando sea necesaria la recogida de residuos.

Esta medida ha demostrado que los ciudadanos reciclan y separan más sus deshechos cuando encuentran los contenedores de fracciones en las cercanías. Por lo que se está evaluando la posibilidad de crear islas de reciclaje que incluyan las cinco fracciones: envases, vidrio, papel-cartón, biorresiduo y resto.

De esta manera, se optimizarían los recursos de recogida y la logística en cuanto a la frecuencia.

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