El reciclaje de los residuos de papel y cartón es de los más importantes en nuestro país y en el mundo. No solamente porque la fabricación de productos elaborados con estos materiales cada día va en aumento, sino porque en los últimos años se ha incrementado también la importación de productos y las compras desde casa.

Cada día miles y miles de españoles, acceden a la web en busca de nuevos productos que llegará a sus casas empaquetados. Toneladas de residuos de papel y cartón se encuentran abarrotados en los contenedores de los puntos limpios de la ciudad y hasta contenedores de obra y escombros se verán desbordados por estos materiales.

Las importaciones de productos (y por ende, de los residuos que éstos generen) se ha visto incrementada a tal punto que ya las plantas de reciclaje no dan a basto ya que existen actualmente 250.000 toneladas de papel y cartón esperando ser reciclados.

A este problema se le suma que China prohibió su importación de residuos para reciclaje, volcándose la responsabilidad de ésto, en el continente.

Mediante estrictos protocolos de recogida y retirada de residuos por parte de los municipios y sumando a ésto la colaboración de la ciudadanía española en la gestión de residuos domésticos, según un estudio realizado en 2018, España logró reciclar alrededor de 4.5 toneladas entre papel y cartón.

Y se notó un aumento en el compromiso ciudadano en cuanto al reciclado de un 12% a un 20%.

Debido a la pandemia que estamos atravesando y desde el confinamiento en el que estuvimos inmersos, las ventas online crecieron exponencialmente y es un sector de la economía en aumento. Por desgracia, el impacto medioambiental de los residuos que se generan también va en aumento. Y aunque el papel y cartón son altamente reciclables, existen muchos otros residuos como el plástico que no corren la misma suerte en nuestro país.

Será hora de que los gobiernos adopten mayores y mejores medidas para el tratamiento de estos residuos dentro de los planes de acción en la gestión de residuos urbanos.

En España podemos proteger la economía local y el consumo de productos de venta online, pero priorizando el cuidado del medio ambiente.

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