El siglo XXI está marcado por la concientización ambiental y la realización de diversas acciones que aporten o que no perjudiquen a nuestro Planeta. La gestión de residuos, la reutilización y el reciclaje son el quit de la cuestión.
Es fundamental, para una buena gestión de residuos, conocer las distintas clasificaciones, entendiendo que residuo es: todo aquel material considerado como desecho y tiene que ser eliminado y se clasifican en relación a su origen, composición y grado de peligrosidad.
Tipos de residuos:
– Residuos urbanos o municipales: Los residuos peligrosos y no peligrosos generados en los domicilios particulares, comercios, oficinas y servicios. Los procedentes de la limpieza de vías públicas, zonas verdes y áreas recreativas.
– Residuos industriales: aquellos que, siendo o no peligrosos, se generan en un proceso de fabricación, transformación, utilización, consumo, limpieza o mantenimiento de una instalación o actividad industrial.
– Residuos peligrosos: Aquellos que expongan a la sociedad y al medio ambiente a un peligro inminente, como el ser inflamable, tóxico, cancerígeno, infeccioso, eco-tóxico, Entre ellos se encuentra combustibles, pilas y baterías, recipientes o envases contaminados o que hayan contenido residuos o sustancias peligrosas
– Residuos no peligrosos: aquellos no incluidos en el punto anterior.
– Residuos inertes: aquellos que no experimentan transformaciones físicas, químicas o biológicas significativas. La lixiviabilidad total, el contenido de contaminantes de los residuos y la eco toxicidad del lixiviado deberán ser insignificantes, y en particular no deberán suponer un riesgo para la calidad de las aguas superficiales y/o subterráneas.
– Residuos de construcción y demolición: residuos de naturaleza fundamentalmente inerte generados en obras de excavación, nueva construcción, reparación, remodelación, rehabilitación y demolición, incluidos los de obra menor y reparación domiciliaria.
– Residuos biodegradables: aquellos residuos orgánicos que en condiciones de vertido pueden descomponerse de forma aerobia o anaerobia.
Si bien, se pueden encontrar más clasificaciones y sub clasificaciones referidas a los residuos, con lo detallado anteriormente, se puede realizar una responsable gestión de residuos
Gestión de Residuos en la Comunidad de Madrid
Algunos de los objetivos planteados en La gestión de residuos en Madrid como lo dice la ley 5/2003, de Residuos de la Comunidad de Madrid, son:
. Prevenir los riesgos para la salud de las personas.
. Prevenir los riesgos para el agua, el aire, el suelo, la flora y la fauna.
. Preservar el paisaje y los espacios naturales y en especial los espacios protegidos.
. Promover la reducción de la generación de residuos en origen y la disminución de su peligrosidad.
. Fomentar la reutilización de productos y materiales usados. Con programas y capacitaciones dirigida a todos los niveles
. Fomentar la recogida selectiva de los residuos y su reciclado u otras formas de valorización.
. Conseguir la eliminación controlada de los residuos no valorizables. Esto puede realizarse con la colocación de contenedores de obras y una pronta retirada de escombros.
. Regenerar los espacios degradados y la descontaminación de los suelos.
. Promover la iniciativa privada en la implantación de instalaciones para la gestión de residuos.
En el
. Promover la utilización de materiales reciclados, su puesta en el mercado y los instrumentos para su fomento.
. Promover la implantación de instalaciones públicas destinadas a la gestión de residuos, como contenedores de escombros y recogida responsable de residuos.
Una vez puesto en conocimiento las clasificaciones de residuos y los objetivos de la gestión de residuos en Madrid, se expondrá cuáles son los pasos para la adecuada gestión.
Evaluación. Clasificación. Almacenamiento o reducción y reúso. Transporte y disposición final.
Si la clasificación es de residuos sólidos y urbanos, sin componentes tóxicos o peligrosos, es que se evalúa una pronta reducción de los mismos y una futura reutilización.
En algunos lugares, se separa entre papeles, vidrios, plásticos y maderas en distintos contenedores. Esto permite realizar un efectivo reciclaje de residuos.
La solución para la disposición final de este tipo de residuos es un relleno sanitario que cuente con los requisitos para una adecuada disposición final de residuos, con la finalidad de evitar riesgos en la salud de las personas y el medio ambiente. Un relleno sanitario no es simplemente “enterrar la basura” sino que deben contar con las especificidades para que los residuos queden encapsulados entre materiales de cubierta superior y un sistema de membranas que permite principalmente el control de emisiones líquidas y gaseosas generadas por el fermento de los mismos.
Si la clasificación es de residuo peligroso, es que el proceso siguiente será distinto.
Los residuos peligrosos deben almacenarse en un recipiente resistente, a prueba de fugas, y que tengan las características físicas para soportar la corrosión y la toxicidad del residuo. El recipiente debe estar marcado con las palabras “residuos peligrosos” y una descripción clara de los contenidos. Además de indicar la fecha en la que los residuos se depositan por primera vez en el contenedor.
El último paso de la gestión de residuos es, como mencionamos anteriormente, la disposición final. La organización que genere dichos residuos peligrosos es responsable de los mismos, con la finalidad de controlar que se transporten, desechen y dispongan en un relleno sanitario, correctamente.